No podemos evitar el conflicto que supone, para un niño, abandonar la seguridad del entorno familiar para ingresar a un ámbito nuevo y desconocido, “el jardincito”.
Todos los comienzos son difíciles, algunos chicos tienen más facilidad que otros para atravesar estas transiciones. El periodo de adaptación es un proceso gradual que a largo plazo les permitirá ir desarrollando su autonomía y sociabilidad.
La capacidad que tienen los niños para integrarse a un entorno y hábitos nuevos depende de su forma de ser. Por eso, los tiempos que deben durar los periodos de adaptación son relativos a la historia personal y social de cada niño, y es importante respetarlo individualmente.