Espacio literario “La Cueva de los Cuentos”: El ratón que quería comerse la luna

Si un niño o niña se adentra en las aventuras que un libro le proporciona, aumenta los niveles de atención, de memoria y concentración, adquiriendo la capacidad de escuchar y entender lo que se les dice con mayor eficacia. 

La lectura permite dejar volar la imaginación, transporta a nuevos mundos, escalando evolutivamente en la capacidad creativa, haciendo, al mismo tiempo al niño o niña más consciente de sus propias emociones y mejorando la empatía hacia los demás. 

En esta relación mágica niño-niña-adulto-libro, el padre, la madre o adulto referente son los encargados de maravillar con el libro y de acercar el mundo sorprendente que guarda. Estos momentos de lectura son muy gratificantes, porque están, además, envueltos en afectividad. Se pueden reservar unos minutos antes de ir a dormir, para abrir las páginas de un libro y enseñarles a los pequeños la magia que encierra.

 

En la semana del 10 de septiembre la sala de 2 y 3 años escuchó la historia de “El ratón que quería comerse la luna”. El objetivo de esta propuesta fue que los infantes puedan disfrutar de un momento de escucha, desarrollando la imaginación y la creatividad.

Estas fueron algunas de sus producciones luego de escuchar el cuento propuesto: